jueves, 1 de mayo de 2008

Enseñar a escuchar





Seguramente todos coincidimos que para poder entender a alguien necesitamos escucharlo con atención. ¿Por qué cuando es el momento de escuchar a los niños la atención es menor?
Hay padres que indagan, abarcan e interfieren en espacios donde el niño "elige" no contar, por ejemplo es muy habitual escuchar a los papas diciéndole a la maestra del jardín "No me cuenta nada de lo que hace acá" y después obviamente sacan sus propias conclusiones "¿será que lo tratan mal? ¿qué no la pasa bien?" pero no es así, el niño elije y cuenta lo que a él le parece lo más importante, lo más interesante o lo mejor. A pesar de esto los padres no se cansan y siguen en el camino de la indagación continua "¿que hiciste, que comiste, con quien jugaste? en busca de una respuesta, vaya a saber uno cual es la respuesta que quieren escuchar.
Pero cuando el niño tiene interés de compartir algo del mundo de los niños nos resulta poco relevante y no le damos la atención que merece.
Tenemos que recordar siempre que el mundo de los niños esta atravesado por la fantasía, por mezclar realidad e imaginación, por el juego. Y seguramente no recuerden que canción cantaron o que comieron pero sí el niño tendrá ganas de contar aquellas cosas que surjan del juego y del uso de la imaginación, "construimos una torre con mi amigo o fuimos super héroes" ¿eso es lo que les interesa escuchar a los adultos?
Es importante que se creen estos espacios para escucharse, es fundamental el respeto al tiempo de escucharse y a lo que se dice. Es imprescindible que padres e hijos generen lazos de confianza, que ese niño sepa que si le cuenta a sus padres "hoy en el jardín me disfrace y fui la mamá y mi amigo era mi hijo, y después fuimos a comprar" el padre lo va a escuchar con interés y mucha atención sin interrupción, sin estar enviando mensajes de texto mientras el niño le habla y si en ese momento realmente no se puede escuchar porque están ocupados decir las cosas como son "ahora no puedo escucharte, hablamos después" pero ese después tiene que llegar, y aunque seguramente en los niños más chicos la historia que iban a contar puede cambiar, él se va a sentir respetado y va a sentir que están interesados en él.
Por un lado un niño que es escuchado también va a saber escuchar que es muy importante para la vida.
Y por otro lado van a construir como familias vinculos fuertes que no se romperán. Un niño al que se le respetaron sus historias en la primera infancia y no se lo trato de "tonto" va a estar más seguro ante la vida en la adolescencia y va a conservar ese espacio que crearon cuando niños
Escucharse es respetarse!!!

No hay comentarios: